Estos microorganismos requieren la expresión coordinada de
muchos de sus genes para causar una infección productiva en su hospedero. La expresión se inicia
cuando la Salmonella entra en contacto con el medio ambiente hostil que representa el tracto
gastrointestinal del hospedero, donde encuentra una gran variedad de condiciones como: la
osmolaridad, la tensión de oxígeno y el pH; que actúan como señales para que inicie la transcripción
de genes que codifican factores de virulencia, los cuales favorecen la interacción con la célula blanco
durante la patogénesis. La Salmonella utiliza, además, un sistema de secreción tipo III como un
mecanismo básico de virulencia, este sistema es el encargado de translocar proteínas hacia el citosol,
las cuales interfieren con las señales de transducción y otros procesos celulares, facilitando la
patogénesis de la bacteria, algunos de estos genes han sido descritos y caracterizados mediante la
obtención de mutantes in vitro, las cuales han mostrado defectos en ciertas características que
parecen ser importantes para cumplir algunas funciones básicas y para la virulencia in vivo, por
ejemplo: la capacidad para invadir células epiteliales en cultivo, la sobrevivencia dentro de células
fagocíticas, la citotoxicidad de macrófagos, la regulación de la inflamación y la secreción de fluidos.
Muchos de los genes que codifican estos factores de virulencia son regulados por sistemas presentes
en especies patógenas y no patógenas. Algunas cepas de Salmonella contienen plásmidos que codifi-
can genes de virulencia que están altamente asociados con bacteremia y con la diseminación de la
infección. El conocimiento de los genes que conforman el genoma bacteriano, de las proteínas que
codifican y de sus funciones, permitirá comprender mejor los mecanismos de patogenecidad de estos
microorganismos para generar conocimiento que permita prevenir exitosamente estas infecciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario